jueves, 12 de noviembre de 2015

Semana Santa ( 2015)



La sabia sincronía de soles y planetas
desplegada los límites nocturnos.
Atardecía en rojo
cuando el monte se alzaba hospitalario.
La luna llena, sobre olivos,
plateada las hojas de la paz
orlándolas con místicos fulgores;
el rostro del Mesías brillaba carmesí,
su sangre coagulada en la renuncia
era tangible huella
del soma liberado en alas inmortales;
sus ojos reflejaban
el perfil de los ámbitos sutiles
y el ingente holograma universal.













Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad



Emblema

El anagrama de la hermandad está compuesto por una corona de espinas con los tres clavos inscritos, todo ello en blanco sobre fondo negro.

Hábito

Los cofrades visten túnica, capa, capirote, cíngulo, zapatos, calcetines y guantes negros. El capirote tiene bordado el anagrama de la Hermandad a la altura del pecho.


Historia

La Hermandad se fundó el 22 de mayo de 1645 por el gremio de zapateros de Salamanca con fines benéficos, fundamentalmente la asistencia a los condenados a muerte, en la antigua iglesia de San Román.
En 1829 absorbió a la Cofradía de San Crispín y San Crispiniano y en 1845 a la de la Virgen de la Victoria, debido a la mala situación de las citadas cofradías.
A finales del s. XIX, concretamente en 1890, la cofradía comenzó a tomar un carácter penitencial del que había carecido hasta el momento, desfilando en Semana Santa. La hermandad se integró en la Procesión del Santo entierro organizada por la Cofradía de la Vera Cruz.
En 1904 la Hermandad se trasladó de manera provisional a la iglesia del Convento de San Esteban convirtiéndose en una cofradía estrictamente penitencial. Un año más tarde organizó su propia procesión, siendo la primera cofradía que desfiló de forma independiente, ya que hasta entonces la Vera Cruz tenía el privilegio de organizar todos los desfiles que se realizasen en la ciudad durante la Semana Santa.



Nuestra Señora de la Soledad Superados los años de la Guerra Civil española, se encarga al excelente escultor valenciano, Don Mariano Benlliure Gil (1862-1947), la realización de la imagen, la cual es entregada a principios del año 1941, siendo bendecida solemnemente el Domingo de Ramos por el Obispo Don Enrique Pla y Deniel.
A finales de 1943 es llevada a Madrid para que sea perfeccionada por el prestigioso escultor. En 1960 se adornó el rostro de la Virgen, colocándosele unas lágrimas de brillantes.
El resultado es una hermosa imagen de María en su soledad, que refleja en su rostro la pérdida de su Hijo. Hoy dia es una de las más veneradas en Salamanca, tal y como lo demuestra el intenso y devoto culto que recibe a lo largo de todo el año y muy especialmente cada Viernes Santo en la "Corona Dolorosa" (solemne acto religioso) y en la posterior procesión en la que recorre las calles de nuestra ciudad bajo palio, luciendo su impresionante manto negro bordado en plata, sobre riquísimas andas y acompañada por los más de 2.700 hermanos que integran la Hermandad y de miles de salmantinos devotos que forman en la procesión larguísimas filas alumbrando.



La Soledad de la Cruz
Sin pretender restar protagonismo a la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, la Hermandad decidió en 1993 realizar un paso que contribuyese a enriquecer el desfile procesional. La realización de este nuevo paso, denominado "La Soledad de la Cruz", es encargado a los escultores Tomás Monzón de Arriba y Vicente Cid Pérez, quienes inician sus trabajos a finales del año 1996 con el fin de que esté listo en la Semana Santa de 1997.
La presentación y bendición de "La Soledad de la Cruz" tuvo lugar en la S.I.B. Catedral Nueva el 24 de Marzo de 1997. El paso representa a la cruz sostenida por cuatro angelitos y otro detrás derramando sus lágrimas. Los angelitos están realizados en pino-cedro de Canarias, policromados a la antigua usanza en óleo, tersado y pátinas. La Cruz, situada en posición ascendente, está realizada en palosanto de Jacarandá y lleva remates y cantoneras en oro de ley.
Es portado a hombros por jóvenes de la Hermandad, en andas talladas y plata fina.


                                                                                        



                                                                                                                                                                 



                                                                                                                                           
                                                               
Santo Sepulcro
Es una obra anónima donada a la cofradía en 1678 por Lorenzo García y Josefa de Aragón, como reza una inscripción en su interior.
Consiste en una urna de base trapezoidal, realizada en madera de ébano y carey con ventanas de cristal que permiten ver su interior. Separando las ventanas hay columnillas sobre ménsulas con basa y capitel de plata. El conjunto está decorado con florones y festones de plata. Antonio Casaseca plantea la hipótesis de que su procedencia sea iberoamericana, basándose en los materiales empleados. Fue restaurado en 2006.
Es empleado para custodiar la imagen de Cristo Nuestro Bien, una vez desclavada de la cruz en el Acto del Descendimiento la mañana del Viernes Santo. Esa misma tarde constituye el paso principal de la Procesión del Santo Entierro, cubriéndose Cristo con ropa de cama, destacando la colcha terciopelo negro bordada en oro con atributos de la Pasión. Cierra el desfile seguido de un palio de respeto negro, que es portado por los Legionarios de Cristo.
El Domingo de Resurrección desfila vacío y con la tapa abierta. Antiguamente figuraban en el paso este día las imágenes de las tres Marías y el ángel que les muestra el Sepulcro vacío. La imagen del ángel se ha perdido y las de las Santas Mujeres se encuentran a la espera de restauración para poderse recuperar para el desfile.
                                                   




Jesús Resucitado
Imagen del s. XVIII, atribuida a Alejandro Carnicero y fechable entre 1724 y 1739. La atribución a Carnicero se basa en la constancia de que la imagen fue donada por Manuel Francisco de Parada, al igual que el paso de Los Azotes, con el que comparte características técnicas.
Representa a Cristo triunfante sobre la muerte, de delicada y alegre anatomía, bendiciendo con la mano derecha y llevando en la izquierda un estandarte con el Cordero Místico bordado. Antiguamente vistió la imagen capa encarnada, si bien ahora procesiona desnudo, cubierto sólo por el paño de pureza. Lleva al pecho una cruz pectoral de piedras preciosas, aunque en 2007 lució la Medalla de Oro de la ciudad otorgada a la cofradía en 2006 con motivo de su quinto centenario. La imagen se restauró en 2009 debido a las grietas que presentaba en los pies que afectaban a su estabilidad.
Cuatro ángeles músicos del mismo autor, restaurados en 2008, acompañan a la imagen principal el Domingo de Resurrección, llevados a hombros por los cofrades de la Vera Cruz. Tras el paso desfila un palio de respeto blanco portado por congregantes de los Legionarios de Cristo.









Virgen de la Alegría
Imagen anónima que por su fisonomía parece ser del s. XVIII. Antiguamente conocida en la cofradía como Virgen de la Salud.
Es una imagen de vestir de dulce rostro. Anteriormente llevaba en sus manos un librillo, hoy perdido y sustituido por un ramo de flores. En su ajuar destacan la corona y el rostrillo en plata con incrustaciones de piedras preciosas, restaurados en 2006 con motivo del Vº centenario de la cofradía.
Desfila el Domingo de Resurrección cubierta por un manto negro del que es despojada en el momento del encuentro con el Resucitado, dejando ver entonces saya y manto blanco. Es portada a hombros por las hermanas de carga de la cofradía en andas de carga exterior estrenadas en 2010.





                                                                                                                                                                                                                                                                     
                                                     Recibí nada de lo que deseaba,
          Recibí todo lo que necesitaba.